A mplios nubarrones de un triste tono grisáceo se extienden sobre la ciudad, mientras las trémulas luces de la mañana comienzan a gobernar esta tierra en la que los seres sufrimos y lloramos. Me pregunto si también los ves. Salgo de lo que antes llamábamos nuestra casa y bajo las escaleras hasta llegar al portal, ahí me encuentro a la anciana del 6B, me saluda con la mano y yo solo le contesto con una inclinación de cabeza, recuerdo cómo bromeábamos sobre sus extraños sombreros y cómo cada día tratábamos de adivinar cuál usaría, extraño eso. Camino en dirección a la plaza, apenas y se ven los rayos del sol, hoy todo es frío y gris, quizá el presagio de una irremediable lluvia, recuerdo que admirábamos los días así, los llamábamos «los funestos días de lágrimas». Es apenas muy temprano, pero muchos vendedores ya se encuentran listos para comenzar sus ventas, veo rostros, tantos rostros fríos, algunos cálidos, otros tiernos y unos un poco más endurecidos por el paso de los año...
¿Por qué es importante leer «Mujercitas» en nuestra época? «Él nunca pierde la paciencia, ni duda, ni se queja; siempre tiene esperanza, trabaja y espera tan alegremente, que uno se avergüenza de conducirse de otra manera delante de él. Ayudándome y confortándome, me demostró que yo tenía que practicar todas las virtudes que deseaba que mis hijas poseyeran, porque yo era para ellas un ejemplo». Un día como hoy pero de 1868 veía la luz por primera vez la obra Mujercitas (Little Women), escrita por Louisa MayAlcott una de las grandes escritoras del feminismo de los últimos tiempos. Ambientada en la guerra de secesión estadounidense, en ella se relata la historia de la señora March y sus cuatro hijas: sus enamoramientos, sus aspiraciones intelectuales, sus complicaciones, su vida. Con una fina descripción de caracteres, muestra el crecimiento de las pequeñas March poniendo gran énfasis en el espíritu de la libertad individual, inusual para una época en que la mentalidad estaba d...